La propuesta de la Autoridad Portuaria de Melilla (APM), para que la Rehabilitación de la Baliza del Muelle Nordeste III (familiarmente conocida en Melilla como “El Faro del Puerto”) fuera incluida en el programa del 2% cultural, ha sido una de las 4 seleccionadas por parte del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, entre todas las propuestas presentadas por las 28 Autoridades Portuarias que gestionan los puertos de interés nacional.
La Baliza Nordeste III, además de su función fundamental de ayudar a la seguridad de la navegación en la zona, cuenta con un indudable valor patrimonial, histórico y artístico.
Además, la APM ha resaltado en su solicitud, que forma parte importante de la memoria colectiva de varias generaciones de melillenses, que han paseado durante años por la zona superior del espaldón para llegar a la misma, hasta que las nuevas necesidades de seguridad han obligado a establecer un recinto no abierto al público.
El proyecto de rehabilitación, con el que ya cuenta la APM, tiene un coste de 824.000 € más IPSI, que se prevé sea sufragado en su totalidad por el programa, previas las correspondientes tramitaciones.
Hay que recordar que dicha baliza se construyó coincidiendo con la terminación de la ampliación del puerto entre 1938 y 1939. Situada en el extremo del dique NE III, señaliza desde entonces, con luz verde la entrada al puerto y constituye uno de los elementos históricos más característicos del puerto melillense.
En 1996, como consecuencia del proyecto de prolongación de la tercera alineación del dique NE, se desmontó el conjunto para volver a ser montado al final de la ampliación entre los años 2001 y 2003.
Desde entonces ha sufrido deterioros por el impacto de fuertes temporales y sus locales interiores no cuentan con adecuación para su puesta en uso. Esta es una de las intenciones de la APM con este proyecto, habilitar el funcionamiento de los espacios interiores, lo que permitirá su mejor conservación y permitirá el acceso puntual y organizado de los melillenses a ciertos eventos que se realicen en los mismos, pudiendo recuperar, aunque sea de forma discontinua, la relación visual y afectiva con este patrimonio melillense.
Rehabilitación de fachadas con la reposición de los sillares de piedra desprendidos; reconstrucción del sistema de impermeabilización y desagües; reparación de cerrajerías y carpinterías; reparación de vigas y forjados de hormigón armado; habilitación interior de los locales, etc. Asimismo, se realizarán adaptaciones para cumplir con las normativas actuales. Los espacios interiores, particularmente en la segunda planta, serán rehabilitados para permitir su uso polivalente.
El Puerto de Melilla se encuentra muy satisfecho que los documentos y propuestas remitidos hayan servido para obtener este reconocimiento a la importancia histórico-artística y afectiva social del edificio, reafirmando su compromiso con la conservación y modernización de su infraestructura, preservando a su vez los valores históricos y patrimoniales de la misma.